Si querés lograr un bizcochuelo esponjoso y delicioso, es importante seguir algunos pasos básicos. Acá te comparto 9 tips esenciales para que todo salga de 10:
1. Leé la receta varias veces antes de empezar: Asegurate de tener todos los ingredientes y estar al tanto de las técnicas necesarias. Esto te evitará contratiempos a mitad de la preparación.
2. Chequeá los ingredientes: Todos deben estar a temperatura ambiente para que los batidos emulsionen correctamente. Este es un paso clave para lograr una textura suave y homogénea.
3. Precalentá el horno correctamente: Encendelo a la temperatura indicada en la receta. Evitá ponerlo a temperatura alta y luego bajarla justo antes de hornear, ya que esto podría causar que el bizcochuelo se queme por fuera y quede crudo por dentro.
4. Prepará los moldes antes de empezar: Enmantecá y enhariná o forrá los moldes con papel manteca según se indique en la receta. Esto asegurará un buen desmolde y evitará que se pegue.
5. Organizá tu "mise en place": Colocá todos los ingredientes ya pesados y medidos sobre la mesada antes de empezar. Tener todo a mano evitará que tengas que detenerte durante el batido o la mezcla, manteniendo el ritmo de la preparación.
6. Para bizcochos de manteca o pasteles compactos: Comenzá batiendo la manteca con el azúcar a velocidad media hasta obtener una mezcla cremosa y pálida, lo que se conoce como “cremar”. Luego, agregá los huevos de a uno por vez para evitar que se corte la mezcla. Incorporá la harina de a cucharadas, bajando la velocidad de la batidora para no romper el batido.
7. Para un bizcochuelo clásico de masa liviana: Primero, batí los huevos con el azúcar hasta llegar al famoso *punto letra* (cuando podés “dibujar” con el batido sin que se hunda rápidamente). Este proceso, que lleva unos 8 minutos, es clave para lograr una textura esponjosa. Luego, agregá la harina de a poco, con movimientos envolventes usando una espátula o cuchara de madera, para seguir incorporando aire a la mezcla.
8. No abras el horno durante los primeros 30 minutos: Esto es fundamental para evitar que el bizcochuelo se baje o quede apelmazado. La cocción debe ser pareja y abrir el horno muy temprano puede arruinarla.
9. Respetá los tiempos de cocción: Dejá que el bizcochuelo se cocine completamente antes de retirarlo. Para verificar si está listo, pinchalo en el centro con un palillo: si sale limpio, ¡está perfecto! Podés reducir el tiempo de cocción cocinando tu bizcochuelo en capas (dividir la mezcla en moldes más bajitos)
Este texto está basado en el libro *Mesa Dulce* de Virginia Sar, con algunas modificaciones mías. ¡Espero que te sirvan estos tips y que tus bizcochuelos queden increíbles! Si tenés alguna duda, ¡no dudes en preguntarme!
Vicky
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